Los cráteres más grandes del planeta
Los impactos de meteoritos sobre la superficie del planeta no es algo nuevo, lleva sucediendo millones de años, de hecho, hay teorías que fue un meteorito el causante de la desaparición de los dinosaurios. La colisión de un meteorito es un choque altamente destructivo que tendría consecuencias gravísimas si sucediese en una de nuestras ciudades. Estos son los tres más grandes del planeta, si cualquiera de ellos cayera sobre La Tierra ahora provocaría, casi seguro, nuestra extinción.
Crater Vredefort, Free State, Sudáfrica
Declarado patrimonio por la UNESCO en 2005, es el resultado de un impacto hace aproximadamente dos mil millones de años. Es el impacto de meteorito más grande que los geólogos hayan descubierto en el planeta, con una anchura de 300 kilómetros que abarca desde Johannesburg hasta Welkom. Se estima que las consecuencias del impacto fueron absolutamente letales para la vida del planeta, casi el doble de catastróficas que fueron las de Chicxulub en México, mucho más reciente.
Sudbury Basin, Ontario, Canadá
Canadá es el país que posee más restos de impacto de grandes meteoritos. El Cuenca de Sudbury, también llamado Estructura Sudbury o Sudbury Nicker es el segundo más grande del planeta y uno de los más antiguos, resultado de un impacto hace aproximadamente 1,8 miles de millones de años. Tiene un diámetro de 250 kilómetros y su cuenca es conocida por su riqueza mineral; hay minas de platino, oro y otros minerales.
Cráter de Chicxulub, México
Abarca desde la costa de Dzilám de Bravo a Celestún, con un diámetro es superior a los 200 kilómetros y una profundidad de 2,5 kilómetros. Chicxulub es el resultado del impacto de un meteorito hace 65 millones de años a una velocidad superior a los 20 kilómetros por segundo, a una temperatura de 18 mil grados centígrados. Se cree que la colisión tuvo repercusiones tan graves que causaron la extinción de un 70% de los seres vivos del planeta, ya que provocó terremotos, tsunamis y erupciones volcánicas en cadena; además, en el choque pulverizó millones de toneladas de roca cuyo polvo bloqueó la luz solar y generó un efecto “invierno nuclear”. Es el cráter más grande y mejor preservado del planeta y se conserva bajo unos 800 metros de sedimentos.
Marga G.-Chas Ocaña